En la actualidad, los deepfakes representan una creciente preocupación en el ámbito de la ciberseguridad. Estas manipulaciones audiovisuales utilizando inteligencia artificial han demostrado ser una herramienta poderosa para generar contenido falso y engañoso. Ante esta amenaza, es fundamental analizar la efectividad de la nueva ley en Chile para combatir los deepfakes y proteger la integridad de la sociedad.
¿Que son los Deepfakes?
Un deepfake es un contenido audiovisual o una imagen generados para emular la apariencia y voz de una persona. Conocidos como «medios sintéticos», son tan convincentes en su simulación de la realidad que pueden engañar tanto a individuos como a algoritmos.
Los deepfakes son creados en tiempo real por inteligencia artificial, y su uso más habitual se da en videos o como filtros de realidad aumentada.
¿Cómo funciona el fraude de deepfake?
Independientemente del tipo de deepfake utilizado, ya sea video, audio o imágenes estáticas, el fraude de deepfake aprovecha la tecnología para que el estafador se haga pasar por otra persona.
Esta persona puede ser el jefe o gerente de la víctima, un pariente lejano u otra figura conocida pero no frecuentemente vista, a quien la víctima no desearía estafar o desobedecer.
Una vez que la voz o imagen de esta figura es manipulada en la vida de la víctima, el estafador le pedirá que realice transferencias de dinero a su cuenta u otras acciones cuestionables.
Este tipo de fraude ya ha tenido varios casos destacados, como el director general que fue persuadido por una voz falsa generada a través de clonación de voz para transferir 240.000 dólares a un proveedor desconocido en otro país.
¿Cómo se detectan los deepfakes?
Ya sea en un video o en una imagen, hay ciertos aspectos a los que debes prestar atención para identificar un deepfake:
- Inconsistencias en la piel (demasiado lisa o arrugada, o una edad que no coincide con el cabello).
- Sombras irregulares alrededor de los ojos.
- Reflejos incorrectos en los lentes.
- Vello facial que parece poco realista.
- Lunares faciales poco naturales.
- Parpadeo excesivo o insuficiente.
- Color de labios que no coincide con el rostro.
- Movimientos poco realistas alrededor de la boca.
La mayoría de los deepfakes generan una sensación de algo fuera de lugar, ya que suelen contener errores residuales.
Estos puntos son clave para entrenar el ojo humano en la detección de deepfakes. Combinados con otras técnicas de verificación de identidad, te ayudarán a identificar este tipo de manipulaciones.
¿Cómo está afectando a la industria empresarial?
Los deepfakes son básicamente suplantaciones de identidad, convirtiéndose en un método popular de fraude dirigido a directores generales mediante el uso de voces sintéticas.
Tanto consumidores como empleados pueden resultar afectados por intentos de phishing que emplean deepfakes, pudiendo ser víctimas de robo de identidad a través de estos. Los estafadores pueden intentar burlar las verificaciones KYC basadas en la coincidencia de rostros y otras pruebas biométricas utilizando la tecnología deepfake.
Es importante tener en cuenta que los criminales y estafadores continúan desarrollando nuevas formas de aprovechar los deepfakes, como la extorsión, el chantaje y el espionaje industrial. Por lo tanto, es fundamental que empresas, organizaciones y personas permanezcan alerta.
¿La nueva ley en Chile es suficiente?
Los fraudes electrónicos no hacen distinciones: cualquiera puede ser blanco de estos, ya sea una gran empresa o un ciudadano común. Por lo tanto, la ciberdelincuencia es un tema relevante para todos, si bien resulta especialmente estratégico, urgente e intrínseco a la naturaleza operativa de empresas e instituciones.
En Chile, la reciente Ley Marco de Ciberseguridad integra herramientas para combatir estos delitos, incluyendo la formación de la ANCI (Agencia Nacional de Ciberseguridad).
Es necesario invertir en tecnologías de detección de Deepfakes y fortalecer la colaboración entre entidades públicas y privadas para desarrollar soluciones más eficaces. Asimismo, es imprescindible fortalecer la educación en ciberseguridad para que los ciudadanos sean conscientes de los riesgos de los Deepfakes y puedan protegerse adecuadamente. En conclusión, si bien la nueva ley en Chile es un primer paso en la lucha contra los Deepfakes, es necesario implementar medidas adicionales para garantizar una protección efectiva contra esta amenaza en constante evolución.